Si sólo consigues llevar hasta el jueves los buenos propósitos que te marcas cada lunes, tal vez te consuele saber que es más de lo que conseguimos la mayoría 😀
Aunque nos sentimos bien durante el tiempo que somos fieles a nuestro propósito, acertadamente relativizamos el pequeño “fracaso” inherente al abandono de esa enmienda o mejora. El lado menos dulce de esta dinámica de rápida auto-disculpa es que crea un hábito en nuestro comportamiento y en nuestro cerebro que nos invita a no dar demasiado credito a cada nueva intención.
No obstante, si es importante para ti cambiar ciertas rutinas que te hacen daño y/o adoptar otras que te hacen bien, te ofrecemos tres sencillos y eficaces trucos:
Para que los Propósitos de Año Nuevo que te marques en 2016 sean realmente efectivos,
- Limita tus propósitos a UNO
- Formula tu propósito en tiempo pasado: “El 1 de Enero de 2016, yo me propuse ………………………………….”
- Incluye como testigos de tu éxito a las personas que son importantes para tí: “El 31 de Diciembre de 2016, X, Y, Z, corroboraron que así había sido”
De este modo, tu cerebro y tu memoria celular serán mucho más proclives a reconocer el propósito como algo real, no como una mera quimera, tomándoselo mucho más en serio y evitando poner palos en las ruedas a tu fuerza de voluntad y buenas intenciones.