La Noche de Reyes y la figura de los Tres Reyes Magos están entre las mas simbólicas de las tradiciones del paso al invierno y el comienzo de año.
Durante siglos, los alquimistas buscaron la manera de convertir metales pesados en oro.
Para ello, no bastaban los conocimientos científicos; el alquimista debía transformar su propia alma antes de intentar transmutar los metales. De ahí, que esta protociencia estuviese intrinsecamente ligada a la filosofía y a la espiritualidad.
De ahí, la incesante búsqueda de la piedra filosofal. Y de ahí que la alquimia juegue un papel importantísimo en casi todos los mitos y costumbres populares que conservamos en la actualidad.
Así, en la 12 noche del invierno, tres sabios nos ofrecen sus presentes para disfrutar a lo largo del año que acaba de comenzar:
- El joven negro, que simboliza
- la juventud,
- el principio de año,
- el caos,
- el plomo a transmutar en oro, nos ofrece un regalo para nuestra parte física-corporal-sensorial (mirra como hombre).
- El hombre adulto de cabellos blancos, que simboliza
- la madurez,
- la sabiduria,
- el segundo tercio del año,
- la primera cosecha,
- el orden,
- el mercurio blanco imprescindible para la transmutacion, nos ofrece un presente para nuestra parte mental-intelectual (oro como rey)
- El anciano de cabellos dorados, que simboliza
- la senectud,
- el final del año,
- la segunda cosecha,
- el equilibrio,
- el oro,
- la transformación del espíritu previa a la transmutacion del metal, nos brinda un obsequio para nuestra parte emocional-espiritual (incienso como dios)
Por eso, si quieres hacerte eco de toda esta simbología, puedes intentar que tus regalos sean tres e integren, juntos o por separado, nuestra parte física, intelectual y emocional.