Cada vez que nos adentramos en posturas de pié y equilibrio tenemos ante nosotr@s la oportunidad de respondernos preguntas tan quintaesenciales como “¿Quienes somos?”, “¿De dónde venimos?”, “¿Adónde vamos?”
En el yoga,
- la distancia de nuestro “mula” o centro al suelo simboliza nuestro cuerpo, nuestro pasado; nuestras raíces, el lugar de dónde venimos, lo que nos ha forjado como personas y nos ha traído hasta aquí.
- el recorrido desde nuestro “mula” o centro al techo o cielo representa nuestra mente, nuestro futuro; nuestras alas, el lugar hacia el que vamos, aquello que aspiramos alcanzar, lo que anhelamos mejorar como personas, la dirección en que deseamos crecer.
Y es estando presentes en nuestra respiración, en nuestro “mula”, en nuestro centro, en el aquí y ahora, que llegamos al equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestro pasado y nuestro futuro.